Ranas, un laboratorio ambulante en su piel (II): epibatidina, E.J. Corey y química!
En la entrada anterior de la serie “Ranas un laboratorio ambulante en su piel” vimos como el profesor Jonh Daly y sus
colaboradores descubrieron de sus viajes al Amazonas multitud de alcaloides
escondidos en la piel de vistosas ranas. Entre ellos había una sustancia con
una propiedad muy especial. El compuesto en concreto era entre 200 a 500 veces
más potente que la morfina como analgésico. En la figura que acompaña a este
párrafo se observa el tiempo transcurrido entre las expediciones que
permitieron acceder a esas sustancias y cuando se logró esclarecer sin ninguna duda su
estructura.
Etapas en el descubrimiento de la epibatidina |
Es evidente que el descubrimiento de esta sustancia generó muchas
expectativas en la comunidad científica. Había que examinar su potencial como
posible fármaco para el tratamiento del dolor. Y aquí nos enfrentamos a otro
problema. ¿Cómo conseguir más cantidad de este compuesto? La primera respuesta que
se nos puede venir a la cabeza es sencilla: a partir de la fuente natural, las
ranas. Pero surgen varios inconvenientes. En primer lugar, y de un modo similar
al que ocurría con el anticanceroso taxol procedente del Tejo americano, si
queremos obtener la cantidad mínima necesaria de epibatidina para realizar las
pruebas vamos a necesitar unas cuantas ranas. En concreto para obtener unos
pocos miligramos son necesarias más de 700 de esas pequeñas y hermosas Epipedobates tricolor.
A este respecto otro problema es la salvaguardia de estos animales y la
protección de la biodiversidad de las regiones y países que poseen esta fauna.
A este respecto también hay un serio debate sobre la propiedad de estos recursos.
Al final el profesor Jonh Daly se llevó unos cuantos valiosísimos
recursos de la zona amazónica sin ofrecer ninguna contrapartida a los
países
que poseen tales recursos.
Por otro lado, se podía pensar en la solución de criar las ranas en
cautividad y obtener (cual criadero de truchas) todas las necesarias
para el aislamiento de la epibatidina. Obstáculo: las
ranas en cautividad no producen la epibatidina. Esto nos hace pensar lo
complejo que es el metabolismo de los seres vivos y la generación de
la biodiversidad molecular. O las ranas no tenían los sustratos de
partida
necesarios (alimentación en el Amazonas) o no se sentían amenazadas como
para
metabolizar ese compuesto defensivo.
¿Y cual es la solución ante estos obstáculos? Los que habéis entrado otras veces en este blog os lo podéis imaginar; la
síntesis química. A partir de 1992 cientos de grupos de investigación de todo
el mundo se pusieron manos a la obra para, a partir de productos de partida
sencillos y accesibles, obtener la epibatidina en los menos pasos y mayor
cantidad posibles.
Si la estructura de la epibatidina fue conocida y publicada en 1992, al
año siguiente el profesor C.A. Broka ya realizó la primera síntesis en su
laboratorio. Hasta el premio Nobel E.J. Corey realizó una
síntesis total de la epibatidina en ese mismo año 1993 obteniendo unos 20 mg de la epibatidina.
El premio Nobel E.J. Corey |
Un poquito más tarde, después de unas cuantas síntesis más, nuestro grupo
de investigación también desarrollo una ruta sintética para la epibatidina y fue parte de mi tesis doctoral.
Más adelante se han llegado a realizar síntesis en escala de gramo y la
epibatidina es ya un compuesto comercial
del que tan solo 5 mg cuestan la módica cantidad de ¡¡¡938 euros!!! Para que digan que el oro es caro...
Claro que esta aventura de la epibatidina no ha terminado. Ya podemos
disponer de ella en cantidades adecuadas para su estudio. Y estos estudios
demuestran el potencial para quitar el dolor, pero también para quitarlo de
forma definitiva… La epibatidina es tóxica, mata, y de nuevo la Química entra a jugar
un papel importante. Necesitamos crear análogos (variaciones de la molécula)
que conserven algo del poder analgésico (o todo), pero que no sean tóxicas. Y esta
historia será contada en otro post.
Este post participa en el XXVI Carnaval de Química que organiza Luis Moreno en el blog de El Cuaderno de Calpurnia Tate.
¡Un post genial! Como siempre compañero.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por participar en el Carnaval de Química con post como este. Este post será el Z=44 y el primero de la última versión de la Tabla Periódica de la Divulgación Química. :)
Un abrazo de un servidor y de la señorita Tate.
Gracias Luis!
ResponderEliminar44 post!!! Y sumando. Va a ser una gran edición ;)
Un abrazo y a disfrutar pronto de las vacaciones!