Una visión del Plan Bolonia desde dentro

Hace poco tres año y unos pocos meses fue elegida como decana de la Facultad de Ciencias, Estudios Agroalimentarios e Informática la profesora Susana Cabredo. Se estaba en plena fase de aprobación de los títulos adaptados al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) por parte de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA). La ya decana me ofreció asumir la dirección de estudios de la titulación de Química y acepté. Aunque esta dirección es tanto de la titulación a extinguir (Licenciatura) como de la nueva a implantar (Grado), era esta última la que más atención requería.

Ciudad de Bolonia en imágenes

Tres años y dos meses después se acabó. Llevo más de un mes relajado del ruido casi diario de los papeles y es un buen momento de reflexión. Han sido años de mucho trabajo pero eso no debería de importar y/o asustar. Lo peor ha sido el innumerable, tremendo, gigantesco y todos los adjetivos similares que queráis poner, papeleo y burocracia que Bolonia conlleva.

Me llevo cosas muy positivas. El contacto directo con los alumnos, sus inquietudes, ilusiones, problemas y también sus carencias. Por favor, si los que me leen tenéis alguna relación con futuros estudiantes de Química… para acceder con éxito a este Grado es fundamental entrar con la Física, las Matemáticas y la Química de 2º de Bachillerato. O por lo menos con el nivel que proporcionan esas materias. Sí, la Física es difícil en el Bachillerato, y puede impedir obtener una buena media en la nota de entrada a la Universidad… pero sin esos conocimientos el primer curso de cualquier Grado científico se va a hacer muy cuesta arriba. Ah y hay que aplicar esfuerzo desde el primer momento, esa palabra perdida en este país en los últimos años. Por otro lado reconozco que el alto grado de evaluación continua que exige Bolonia, o no está asentado, o debemos de regularlo de forma que el esfuerzo de los alumnos no se dilapide en una continua entrega de trabajos, portafolios, informes…

El contacto con el resto de los profesores me ha permitido estrechar relaciones que me guardo en la maleta de los aspectos positivos. Y el día a día con el Personal de Administración y Servicios también me lo llevo como algo tremendamente satisfactorio.

Pero sin duda, la maleta esta llena de aspectos positivos relacionados con la difusión/divulgación de la titulación y de la Química. La organización de las actividades del Año Internacional de la Química en 2011 me permitió ver la necesidad de la divulgación como método eficaz de acercar la Ciencia a la sociedad. Dos hitos en ese año, la inauguración en el Auditórium del Ayuntamiento y la actividad “Soy químico por un día” para estudiantes de 4º de ESO. Esta actividad ya se ha convertido en una especie de “spin off” del Año Internacional de la Química y que venimos desarrollando durente los últimos tres años. Por otro lado la Semana de la Ciencia  ha sido año tras año un impulso para seguir con este tipo de acciones. Actividades como el debate “Ciencia 2.0” o las conferencias de Avelino Corma, Soledad Penades, Caludi Mans y Carmen Nájera han sido fuente de inspiración. La actividad Ciencia en el Café de la Luna fue el punto de partida de una aventura que ha terminado con Eduardo Saénz de Cabezón ganando el concurso nacional de monólogos científicos FameLab. Y, para bien o para mal, si existe este Blog es gracias a todas estas experiencias.

Pero la burocracia de Bolonia ensombrece en demasiadas ocasiones todo lo anterior. Memoria, fichas, guías docentes, cronogramas, horarios, fechas de examen, grupos, informes de seguimiento, reconocimientos, tablas de adaptación, encuestas de satisfacción, programa de evaluación del profesorado, tasas de éxito, tasas de abandono, tasas de graduación… ¿Es necesario tanta burocracia para, por ejemplo dar correctamente el temario de Química Orgánica siguiendo el Vollhardt? Es el mismo temario que se da, por ejemplo, en la Universidad de Berkeley (Universidad de dondé es profesor el autor del libro). ¿Necesitaban las titulaciones científicas (Química, Física, Matemáticas...) unos cambios de plan de estudios para converger a Europa, cuando en su inmensa mayoría los temarios, contenidos, laboratorios, seminarios eran y son los mismos que se dan en las mejores universidades europeas y americanas? Creo que no. Ciencias, que por cierto, están muy bien colocadas en los rankings tipo Shanghai. Típico giro de 360º… Leo en el informe de expertos sobre la reforma de la Universidad la necesidad de eliminar la gestión como mérito para acceder a las diferentes escales del profesorado. Pero para eso hay que reducir la gestión a su mínima expresión. Una gestión que pueda ser llevada a cabo por parte del Personal de Administración y Servicios y libere al profesor para las tareas que se le deben exigir, docencia, investigación y divulgación y/o difusión de la misma. El actual nivel de gestión que impone Bolonia y/o ANECA necesita una profunda revisión si realmente queremos un nivel óptimo de Universidad (y no hablo ya de excelencia). No me imagino a un profesor de Oxford, pongo por caso, dedicado a la gestión como actualmente se hace en las Universidades españolas.

Lo dicho, me quedo con lo positivo, valoro lo negativo y ahora a volver a disfrutar de la investigación y por supuesto la divulgación! Y de la docencia, por supuesto!!!

Comentarios

Entradas populares