Javier Garcia en la Escuela de Máster y Doctorado de la Universidad de La Rioja
Hoy hemos tenido la primera actividad transversal de la Escuela de Máster y Doctorado de la Universidad de La Rioja. Os dejo la Tribuna de Opinión de Javier en el Diario La Rioja. Tribuna escrita para no dejarnos indiferentes. Y también os dejo la presentación que he realizado de la actividad y de Javier.
Presentación de la Actividad y de Javier
Permitidme que me salte el protocolo y
que el primer saludo sea para los protagonistas de hoy, lo doctorandos,
bienvenidos. Vicerrector, Decanos y Directores, público en general y por
supuesto Javier, bienvenidos a esta primera actividad de la Escuela de Máster y
Doctorado de nuestra universidad. Escuela que alberga los programas de
doctorado y que es posible gracias al trabajo del PDI y del Personal de
Administración, gracias, Marisa, Feli, Rosa, Esther servicio de posgrado…
El doctorado no es solo el título a veces
innombrable de un trabajo. No debemos pretender que la salida laboral se deba
de enmarcar en algo tan concreto en lo que seguro somos especialistas,
probablemente los mayores especialistas del mundo. El doctorado es un proceso
por el cuál adquirimos una serie habilidades, competencias, destrezas
relacionadas con el método científico, con la búsqueda bibliográfica, con la
resolución de problemas, con el trabajo en equipo, con la escritura, con la
exposición pública, con los idiomas,… Por todo ello, muchas veces se ha dicho
desde esta tribuna y con razón, que un doctor es el mayor y mejor, si me
permitís la licencia, “producto” que la Universidad transfiere a la sociedad. Es
cierto, que quizá esta percepción no es la misma desde el lado empresarial. Hoy, aunque importante y con mucho que
aportar por todos los lados, este no es el tema de ese debate, porque la idea
es otra. El doctor tiene el conocimiento, tiene las habilidades, las
herramientas para no esperar a que llamen a su puerta. No son buenos tiempos
para casi nada, pero eso también puede jugar a favor del emprendimiento, no hay
nada que perder.
Y cuando estéis en el mercado laboral y
con mayor o menor fortuna algunos hayáis emprendido vuestro propio negocio
acordaos de que os habéis formado en una pequeña Universidad pública cuyo
máximo tesoro es el conocimiento que genera y transmite. Debéis de ser nuestros
mejores embajadores.
De todo esto y más hablará Javier García
Martínez y seguro que se podrá entablar un productivo, necesario y motivante
debate.
Es un lujo poder contar con la presencia
de Javier. Y lo es por varios motivos. El es químico pero está aquí como
empresario, como emprendedor, como doctor que en su momento decidió ir por un
camino diferente.
No quiero extenderme mucho en la
presentación de Javier. Tiene un curriculum tan extenso y tan variado que
podría dar para una conferencia adicional solo con su descripción. Simplemente
voy a dar unas pinceladas.
Empiezo por lo más reciente. En 2014 ha
sido premio Jaime I de Nuevas Tecnologías, uno de los premios a nivel cultural
y científico más importantes del país. Para ver los motivos por los que ha sido
acreedor de este premio tenemos que acudir a su faceta científica pero también
emprendedora, como fundador e impulsor de Rive Technology, empresa surgida en
el seno del MIT y con la que está revolucionando el proceso del refino del
petróleo. Patentes, publicaciones, libros, más premios… citarlo todo robaría
protagonismo al tema central de esta conferencia.
Si quiero leer los siguientes párrafos:
“En el siglo XX hemos podido asistir a la erradicación de
graves enfermedades contagiosas gracias al uso de vacunas eficaces y a
importantes mejoras sanitarias. Un buen ejemplo de ello fue la erradicación de
la viruela en 1980. Desgraciadamente, no fuimos capaces de hacer lo mismo con
la malaria.”
“Demasiadas personas mueren cada año a
causa de enfermedades para las que existe cura, simplemente porque no pueden
costearse las medicinas. En muchos casos este medicamento es simplemente una
comida al día. Pobreza y enfermedad son cara y cruz de una misma realidad que
sacude con fuerza a África.”
El texto está sacado de un breve
ensayo “Diario de un soldado: la batalla final contra la malaria”
cuyo autor es Javier y que fue merecedor del I premio del I Certamen Teresa
Pinillos de ensayos de divulgación científica y humanística. Un certamen, por
cierto, impulsado por jóvenes doctorandos y doctores de esta universidad. Hoy y
ahora es un buen momento para lanzar el guante a los aquí presentes para que
retomen una actividad, ahora parada y que fue referente nacional en divulgación
cuando está no estaba tan de moda como ahora.
Divulgación, comunicación, emprendimiento. Todas estas
facetas alrededor del conocimiento serán las que intentaremos impulsar desde la
Escuela y que hoy comenzamos con la conferencia de Javier.
Comentarios
Publicar un comentario